El aloe vera es una planta muy apreciada por sus múltiples beneficios para la salud y la belleza. Además, es muy fácil de cultivar en casa, ya que no requiere muchos cuidados ni agua. Sin embargo, hay un aspecto que debemos tener en cuenta si queremos que nuestro aloe vera crezca sano y fuerte: el trasplante.
El trasplante es el proceso de cambiar una planta de una maceta a otra más grande o a un lugar diferente. Es necesario hacerlo cuando la planta se ha desarrollado tanto que ya no tiene espacio suficiente en su recipiente original, o cuando las condiciones del sustrato o del ambiente no son las adecuadas. En este artículo te vamos a explicar cómo trasplantar aloe vera de forma correcta y sin dañar la planta. ¡Sigue leyendo y toma nota!
Cuándo trasplantar aloe vera
El mejor momento para trasplantar aloe vera es en primavera u otoño, cuando las temperaturas son suaves y la planta está en una fase de crecimiento activo. Evita hacerlo en verano o en invierno, ya que el calor o el frío extremos pueden estresar a la planta y dificultar su adaptación al nuevo lugar.
También debes observar el aspecto de tu aloe vera para saber si necesita un trasplante. Algunos signos que indican que la planta está demasiado apretada en su maceta son:
- Las hojas se curvan hacia adentro o hacia abajo.
- Las raíces salen por los agujeros de drenaje o por la superficie del sustrato.
- La planta se inclina o se cae de la maceta.
- El sustrato se seca muy rápido o se compacta.
- La planta deja de crecer o pierde vigor.
Si notas alguno de estos síntomas, es hora de trasplantar tu aloe vera a una maceta más grande o a un lugar más adecuado.
Cómo trasplantar aloe vera paso a paso
Para trasplantar aloe vera correctamente, necesitas los siguientes materiales:
- Una maceta nueva, de un tamaño mayor que la anterior y con agujeros de drenaje.
- Sustrato específico para cactus y suculentas, o una mezcla de tierra, arena y perlita.
- Tijeras o cuchillo afilado y limpio.
- Guantes de jardinería.
- Un palo o una espátula para ayudarte a sacar la planta.
A continuación, sigue estos pasos para trasplantar tu aloe vera con éxito:
- Riega tu aloe vera el día antes del trasplante, para que el sustrato esté húmedo y sea más fácil extraer la planta.
- Pon la maceta vieja boca abajo y golpea suavemente los bordes para despegar el cepellón (la masa de tierra y raíces) de la planta. Si está muy pegado, usa un palo o una espátula para separarlo con cuidado.
- Saca el cepellón con las manos y examina las raíces. Corta con las tijeras o el cuchillo las que estén dañadas, secas o podridas. También puedes aprovechar para separar los hijuelos (las plantas pequeñas que salen alrededor del tallo principal) y plantarlos en otras macetas.
- Llena la maceta nueva con una capa de sustrato y coloca el cepellón encima. Ajusta la altura para que el tallo quede al mismo nivel que antes. Rellena los huecos con más sustrato y presiona ligeramente para fijar la planta.
- Riega tu aloe vera trasplantado con moderación, solo para humedecer el sustrato. Evita encharcar el agua en la maceta y espera unos días para volver a regar.
- Coloca la maceta en un lugar con luz solar indirecta durante unos días, para que la planta se adapte al nuevo sustrato y ambiente. Después, puedes volver a colocarla en su ubicación habitual.
- Mantén el cuidado habitual de tu aloe vera, regándolo moderadamente cada 1 o 2 semanas y abonándolo cada 3 meses con un fertilizante específico para cactus y suculentas.
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