El geranio es una de las plantas más populares y versátiles para decorar balcones, terrazas y jardines. Su gran variedad de colores, formas y aromas lo convierten en un aliado perfecto para crear ambientes alegres y acogedores. Pero, ¿sabes cómo cuidar correctamente tu geranio? En este artículo te voy a dar algunos consejos prácticos para que tu planta esté siempre sana y florida.
¿Qué tipo de geranio tienes?
Lo primero que debes saber es que existen muchos tipos de geranios, y cada uno tiene unas necesidades específicas. Los más comunes son los siguientes:
- Geranio común o de jardín: Es el más habitual y el que suele encontrarse en macetas colgantes o en jardineras. Tiene flores simples o dobles de colores variados, desde el blanco al rojo pasando por el rosa o el morado. Es resistente al frío y al calor, pero necesita mucha luz y riego moderado.
- Geranio de olor: Se caracteriza por tener hojas aromáticas que desprenden un olor agradable al frotarlas. Hay muchos tipos según el aroma, como el de limón, el de rosa, el de menta o el de manzana. Sus flores son pequeñas y poco llamativas, pero su principal atractivo son sus hojas. Necesita mucha luz y riego regular.
- Geranio pelargonio: Es el más exótico y vistoso, con flores grandes y llamativas de colores intensos. Es originario de Sudáfrica y necesita un clima cálido y seco, por lo que no tolera bien el frío ni la humedad. Necesita mucha luz y riego escaso.
- Geranio ivy: Es una variedad trepadora que se utiliza para cubrir muros o pérgolas. Tiene hojas en forma de corazón y flores pequeñas y abundantes de colores variados. Es resistente al frío y al calor, pero necesita mucha luz y riego moderado.
¿Cómo regar tu geranio?
El riego es uno de los aspectos más importantes para el cuidado del geranio, ya que un exceso o una falta de agua puede afectar a su salud y a su floración. Lo ideal es regar tu geranio cuando la tierra esté seca al tacto, evitando mojar las hojas y las flores. La frecuencia dependerá del tipo de geranio, del clima y de la época del año, pero como norma general puedes seguir estas pautas:
- Geranio común o de jardín: Riega cada 2 o 3 días en verano y cada 10 o 15 días en invierno.
- Geranio de olor: Riega cada 3 o 4 días en verano y cada 15 o 20 días en invierno.
- Geranio pelargonio: Riega cada 5 o 6 días en verano y cada 20 o 25 días en invierno.
- Geranio ivy: Riega cada 2 o 3 días en verano y cada 10 o 15 días en invierno.
¿Cómo abonar tu geranio?
Otro factor clave para el cuidado del geranio es el abono, ya que le proporciona los nutrientes necesarios para crecer fuerte y florecer abundantemente. Lo ideal es abonar tu geranio con un fertilizante específico para plantas con flor, siguiendo las indicaciones del fabricante. Como norma general puedes seguir estas pautas:
- Geranio común o de jardín: Abona cada 15 días desde la primavera hasta el otoño.</li
- Geranio de interior: Abona cada 3 o 4 semanas durante la primavera y el verano.
Es importante no abonar en exceso, ya que esto puede dañar las raíces de la planta y provocar su muerte. También es recomendable alternar el abono químico con uno orgánico, como el compost o el humus de lombriz, para mantener un suelo rico en nutrientes de forma natural.
Otro consejo para abonar tu geranio es no hacerlo en días muy calurosos o con el sustrato seco, ya que esto puede quemar las raíces. Lo mejor es abonar cuando el suelo está húmedo, por la mañana temprano o por la tarde, y regar después para que el fertilizante se disuelva bien y llegue a las raíces.
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